lunes, 29 de octubre de 2012


LOS BOLSILLOS HABLAN
Aquello que la consagró con el 54%, ya vacíos, ¿aceptarán apoyarla nuevamente?

Dicen las noticias que las provincias requieren unos $10.000 millones para cerrar el año. 
Un detalle no menor se escapa en el anuncio.

Hay que sumar a los Gobiernos locales que no emiten deuda y que, dan lugar entonces a dos preguntas: cuanto requieren y de donde lo piensan sacar.

El nivel de desaguisado de las cuentas públicas en todos sus niveles ha alcanzado un nivel que, independientemente de esconder en sus pliegues un alto grado ponen a toda la sociedad en vilo porque si algo esta claro es que se desconoce a ciencia cierta cual será el incremento de tasas de las más diversa inventiva y que niveles habrán de alcanzar.

Basta ver un programa de televisión que puesto en evidencia una matriz común en las finanzas provinciales y locales: corrupción, negocios personales, indiferencia frente a las necesidades de los más necesitados y un elevado grado de "chupamedismo" al solo efecto de mantener prebendas.

Al nivel de indeterminación sobre las finanzas públicas se suma una verdadera "estafa" en proceso.

Las aseguradoras estarán obligadas a financiar "proyectos productivos" que en buen romance significa alimentar el agujero negro de YPF y obras públicas que ya fueron financiadas varias veces como lo es el Complejo Hidroeléctrico La Barrancosa-Cóndor Cliff ahora denominado, obviamente, Nestor Kirchner-Cepernic.

Más allá que ése movimiento financiero impactará en todo el sistema productivo por la vía de un aumento en la tasa de interés, la cuestión es que pasará con el retorno de esos recursos ante la demanda de liquidez de esos recursos por parte de las compañías de seguro, del mismo modo que es imposible determinar las tasas de retorno de esos destinos financieros.

Como corresponde, y ante tales indeterminaciones, los costos de los seguros habrán de aumentar y nuevamente todo el sistema productivo que deberá hacer frente a esos mayores costos.

Porque decimos "estafa", porque el Estado Nacional, sin acceso a financiamiento alguno, emitirá pesos para evitar, si es que lo desea, el defaul de alguna compañía de seguros en apuros, siempre y cuando ésta se maneje con sigilo y "responsabilidad"

No hay ni un instante de reflexión sobre la competitividad, sobre el impacto que en la sociedad tienen esta cadena de desatinos que alimentan, sobre el final del 2012 una alta conflictividad social, cuando, como señalamos al principio, provincias y gobiernos locales no puedan hacer frente a las erogaciones salariales incrementadas por el aguinaldo.

Pareciera ser que el gobierno en general padece de ludopatía: se la pasa apostando prometiendo que en la próxima, seguro, habrá de ganar.

Estamos ya comprometidos como sociedad en un default que todos aplaudieron y que no se termina de resolver en sus consecuencias. Carecemos de noción alguna sobre adonde han ido a parar las reservas del BCRA porque sus balances han comenzado una etapa de opacidad.

Se declara una recaudación que todos sabemos ficticia porque está "nublada " por la inflación que no se admite.

Los trabajadores ven como dia tras dia se degrada su salario, no sólo a través de la inflación, sino que también ante un futuro que augura una negociación colectiva que no podrá compensar lo perdido y un Gobierno que se muestra tal vez su única inflexibilidad: no actualizar el mínimo no imponible para no perder ni un centavo de lo que considera le pertenece.

Encerrados sobre si mismos, creidos de una verdad revelada, adscriptos a la tanatocracia llevan adelante sus agresiones hasta el extremo de lo soportable.

La historia nos enseña a los argentinos a tener paciencia, la democracia, aunque basada en los bolsillos, es mejor que cualquier modelo mesiánico.

Pero lenta y sistematicamente, los bolsillos, ahora vacíos, darán su respuesta en los plazos que correspondan. Ni un minuto antes ni uno después. Allí comprobaremos las virtudes democráticas de éstos satrapas.

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