viernes, 31 de agosto de 2012

LA SALADA: UN DILEMA SHAKESPEREANO.



La aparición al interior de la Argentina de zonas especializadas (por ejemplo, aquellas directamente ligadas al mercado mundial, diferenciadas de aquellas con escaso o nulo acceso) y de cada vez más profundas desigualdades regionales son indicadores de una crisis económica que avanza sobre el diseño mismo del proyecto de Nación y que no termina de reconocerse.

¿No será acaso el momento de comprender que el abandono del federalismo está profundi­zando los estragos de esa crisis económica y la necesidad de reconstruir un Estado Nacional Federal para lo cual se hace tan necesaria una nueva Ley de Coparticipación Federal como el diseño de una estrategia de desarrollo industrial y productivo que implique un mapa de necesarias promociones industriales y productivas más eficientes y sustentables?

Pero al referirnos a la crisis no sólo hacemos énfasis en la que afecta a la economía argen­tina en la coyuntura signada por un conjunto de indicadores de corto plazo que no se condi­cen con una decisión fuerte en materia de empleo, inclusión social y mejora de la competiti­vidad, sino que nos referimos, también, a una crisis que opera de modo más profundo y silencioso, pero que finalmente, cuando emerja, mostrara una estructura económica, social y política muy diversa a la que conocemos.

Es en esa línea de mirar en el corto plazo signos o referencias del largo plazo que nos pre­guntamos: ¿Hasta que punto la retención del 15% de la coparticipación a las provincias por parte del gobierno nacional no es a su vez uno de los argumentos de la expansión del for­mato "La Salada"?

En los últimos días ha tomado algo de vuelo el debate (y porque no rechazo) a la presencia de representantes de éstas “ferias” (de algún modo debemos encontrar un vocablo que las designe y diferencie aunque el debate sobre su estructura y desarrollo resulta en sí mismo un tema de estudio) en la conmemoración oficial del Día de la Industria que habrá de presi­dir la Presidenta de la Nación.

Este reconocimiento oficial a éste fenómeno (en realidad ha dejado de serlo para consti­tuirse en una realidad cotidiana) se va extendiendo y copta tanto a los sectores populares que encuentran allí la satisfacción de sus necesidades como a un tipo de industria que las abastece y satisface.

Los fundamentos de la creciente importancia del formato “La Salada” son fácilmente identi­ficables: pobreza e inflación crecientes más permisividad de la elusión y evasión tributaria, fragmentación de la estructura productiva, creciente pérdida de competitividad en la indus­tria que para sobrevivir se desliza hacia la marginalidad, entre otras.

Pero también en modo concurrente la caída de la participación de las producciones regiona­les en las exportaciones, la concentración de las exportaciones en algunos sectores como el automotor y aceitero, es decir el manifiesto desacople de las estructuras económicas que ya de modo notorio se diferencian entre las vinculadas de modo directo o indirecto al mercado mundial y las que no.

Ante éste avance de la pobreza estructural, surge la necesidad de consentir el desarrollo de un sistema productivo alternativo que se ha denominado “la salada o saladitas” que implica no sólo una boca de expendio de mercancías, sino un complejo sistema productivo confor­mado por los sectores marginados o en vías de serlo y que transforman su “know how” pro­ductivo en un instrumento de supervivencia.

Obviamente en éste sector también rigen las condiciones capitalistas de producción y aun­que de un modo menos perceptible la competencia intra sistema va descartando a aquellos que no logran instalarse de modo completo (es decir, aportando las cuotas de capital –sea fijo o variable- necesarias para su desempeño)

Tal como señale la "la elusión y evasión tributaria" que caracteriza y recorre éste "sistema productivo" se corresponde inmediatamente con la expresión "no presupuestaria" (la pér­dida de recaudación no está contabilizada y permite un buen manejo del clientelismo) de un subsidio estatal que a todas vistas se hace cada vez más imprescindible.

Pero el desarrollo de ése “sistema productivo” conlleva menores servicios de salud, sistemas educativos de más baja calidad, prestaciones sociales prácticamente inexistentes, participa­ción creciente en el sistema clientelar de la política, una movilidad social menos elástica e incluso una cultura que va desarrollando manifestaciones propias y que se expresan en la vida cotidiana.  

Aparece acá una cuestión de "doble estándar".

La base económica sobre la que el Estado espera cobrar impuestos se refiere a la Argentina considerada como un sistema agroexportador, es decir vinculada de modo directo o indi­recto al comercio mundial.

El resto, es decir los sectores económicos no ligados al comercio mundial configuran un sistema productivo (y obviamente con su demanda asociada) que el Estado deja "escapar" como modo de contener lo que podría constituirse como el embrión de una crisis social.

Obviamente cuando señalo "sistema productivo" aparecen asociadas otras problemáticas derivadas de la fragmentación social y política que conlleva estar o no relacionado con el mercado mundial. Es en este punto donde paro y me pregunto ¿existe el mercado nacional o al interior de éste se desarrollan bolsones cada vez más extendidos de "espacios económi­cos" donde la existencia de la Nación se pone en cuestión?

La creciente pérdida de competitividad de las industrias formales es lo que lleva a muchas a o bien tener que participar parcial­mente de éste sistema productivo o bien de modo único y completo. A medida que se pierde competitividad, lo que implica contribuir al incremento de la pobreza, se expanden las "saladas".

Este continuo deslizamiento de las micro y pequeñas empresas, hacia metodologías de supervivencia no implican su desaparición (al menos en una primera etapa). Continúan produciendo orientadas, ahora, hacia ése mercado marginal denominado genéricamente “saladas”.

Surge, entonces, un volumen de producción creciente que debe ser colocado y que requiere, necesariamente, nuevas bocas comerciales lo que obliga a quienes lideran el formato a buscar nuevos horizontes.

Coincidentemente, en ésa búsqueda encuentran en las provincias bolsones de consumidores ávidos de obtener los productos ofrecidos con absoluta indiferencia de su origen y situación tributaria en tanto los precios responden a sus posibilidades.

Este encuentro entre “oferta y demanda” es precisamente lo que produce la tensión entre los consumidores y el comercio formal que se refleja de modo creciente en los medios de prensa locales.

El éxito logrado en Córdoba al prohibirlas se debilita porque la provincia es virtualmente "rodeada" por éstos formatos y la presión que han de ejercer harán flaquear la decisión provincial cordobesa.

En consecuencia es la propia política económica la que promueve éste sistema productivo que a través de la presión tributaria y otras políticas que lejos de mejorar la competitividad la complican aún más "africaniza" el mercado tanto mirado desde la oferta como desde la demanda..

¿Cuál debería ser la estrategia? ¿Continuar con el camino legislativo de impedir por la vía formal la instalación de las bocas comerciales sin referirnos a la responsabilidad de la política pública que las ali­menta? ¿Denunciar, acaso, que la mirada complaciente de las autoridades frente a éstos formatos implica una masa de subsidios sin control alguno que fomentan el clientelismo?. Cualquiera que sea el tenor del cuestionamiento significará, en las condiciones actuales, promover la exclusión de esa masa de consumidores y en consecuencia discriminarlos respecto de las posibilidades de satisfacer sus necesidades de indumentaria, calzado y otros bienes.

En nuestra opinión debe reflexionarse en un cambio de estrategia que permita encontrar respuestas completas y estructurales a la cuestión (no digo problema porque pareciera ser que lo que es un problema para la economía formal no lo es para muchísimos consumidores y hasta para el propio Estado).

El debate sobre “La Salada” fetichiza una cuestión estratégica. ¿Cuál ha de ser el modo en que el proceso de acumulación capitalista se desarrolle en la Argentina y quienes estarán en condiciones de acceder de modo completo y formal y quienes de modo marginal e infor­mal?.

Se trata de un dilema shakespereano. Ser o no ser.

La irresolución se transforma en agonía y en el interregno, millones de argentinos padecen, por un lado,  el dolor de la pobreza y la manipulación clientelar que la agrava y por otro, miles de empresarios, en especial PYME, son atacados por una competencia desleal creciente ante la inacción de los funcionarios públicos que parecen alentarla.

lunes, 27 de agosto de 2012

Quedate quieto que les ganamos fácil



Se trata de una política económica, como mínimo bipolar para no decir esquizofrénica. Tal como señalamos hace un tiempo (http://henrykgrossman.blogspot.com.ar/2012/07/nuevamente-el-ajuste-lo-pagan-los.html) la crisis la pagan los trabajadores por más que los ingeniosos economistas nos relaten sesudas teorías.

La fijación del salario mínimo en apenas $2900 implica que nuevamente se persigue reducir la masa salarial sin importarles esa perorata mal concebida del fomento del mercado interno, el consumo y bla, bla.

En los hechos buscan profundizar la recesión para evitar que la actividad económica destape la crisis energética en curso. Cuanto más actividad más importación de energía menos dólares en la caja para financiar la re re.

De allí que la cuestión estratégica que se aborda no es "como alentar la economía" mediante ésta forma perversa de presentar el pensamiento keynesiano, sino que toda la "inteligencia K" está dirigida a regular la cuestión energética interviniendo en el mercado eléctrico de modo podríamos llamarla peor versión de la planificación socialista (Preobrazhensky y Bujarin dejaron de discutir para revolcarse en sus respectivas tumbas) o la lectura fallida de Oskar Lange.

Los trabajadores que fluyen hacia el desempleo pasan a formar parte de la economía negra (donde obviamente los salarios son más baratos) o cae en la red clientelar y pasan a conformar la "masa electoral" que habrá de facilitar una buena elección para el oficialismo en el 2013.

Por eso, el "negocio" de Cristina Fernandez Vda de Kirchner es la recesión, a ella se aferra y en ella confía.

Sus para ella "enemigos" carecen de los instrumentos y recursos para enfrentarla y les resulta imposible dada la inestabilidad de sus finanzas desarrollar ellos mismos alentar la actividad económica o en su defecto una red clientelar, casos Scioli o De la Sota con provincias tan determinantes como Buenos Aires y Córdoba.

Mientras tanto, la periferia del poder clama a gritos la re re. ¿que harían ellos sin ella? ¿que destino les espera a esta caterva de corruptos, pillos de poca monta, pícaros de ocasión y sabihondos de incubadora?

domingo, 19 de agosto de 2012


LA HISTORIA LOS OLVIDARÁ

Dice Jorge Castro: "En la acumulación capitalista, sobre todo en la actual fase de globalización e hiperconexión, las políticas económicas son irrelevantes frente a los cambios de fondo.

Se convierten en un comentario sobre decisiones más profundas, guiadas por un determinismo tecnológico, ajeno a los ministerios de hacienda. Frente a ellos, los gobiernos pueden acelerarlos o contenerlos, pero no
 impedirlos.

Los sujetos individuales no son más los actores del proceso económico. Su lugar lo ocupan estructuras (pautas permanentes de organización y acción), creadas por la intensa interconexión surgida de la revolución de la técnica y de la multiplicación exponencial de la competencia mundial. Antes que en el carisma de Angela Merkel, el liderazgo político de la RFA en Europa se funda en la productividad alemana."

Hay quienes en en la Argentina aún creen que todo es producto de la gracia divina, de algún extraño y esotérico polen mágico o de los elaborados, pulidos hasta brillar y grotescos discursos de Cristina E Fernández Vda. de Kirchner festejados hasta el hartazgo por una "Armada Brancaleone" conformada de corruptos y sinuosos recorridos políticos.

El "yuyito" que los salva, no es como bien dice Jorge Castro "una cuestión de la naturaleza" sino el resultado de la investigación, la tecnología y la puesta en escena de una extraordinaria capacidad de acumulación que es "lengua etrusca" para éstos sabihondos y sabihondas de ocasión

Tampoco requieren de "iluminados" hacedores de estrategias fracasadas en su propia génesis ni de apóstoles, cruzados o energúmenos de ninguna especie o brutalidad 

Tampoco es el resultado de los mejores deseos de una corporación mediática y sus aliados (aunque, vaya paradoja, Jorge Castro escribe allí).

No lo genera tampoco el voluntarismo militante de unos jóvenes ni la obsesión por el poder y el dinero de sus autodenominados "dirigentes".

Como corresponde, algunos tardíos iluministas creen que salé de las academias en donde aún se discute la enciclopedia y dedican largos días a debates insulsos y prescindibles.

Los sistemas neuronales capaces y eficientes, que aportan al desarrollo de las estructuras imprescindibles del conocimiento y cuya sinapsis alimenta el proceso no se valen de corruptelas concursales, jubilaciones forzadas y otras trampitas consentidas por los brutos de siempre.

Pensaba, entonces (porque FB requiere responder a la pregunta ¿en que estás pensando?) que el camino que nos proponen éstos sanguangos ocasionales (La Campora, CFK, los aníbales, randazzos y devidos, los axel y los moreno y demás integrantes de la comparsa) no pueden desviar la historia, sólo pueden retrasarla, profundizar nuestros dolores y hacer más dura la pobreza y sus miserias y que si de algo estoy seguro es que la historia los condenará al olvido.

viernes, 17 de agosto de 2012

UN NUEVO DEFAULT: HAGAN SUS APUESTAS

Señala hoy (17/08/12) Bonelli en Clarín que “En absoluto secreto, La Cámpora integró una comisión de economistas para determinar la responsabilidad que tuvieron varios empresarios en la estatización de la deuda externa durante 1982”.

El objetivo no es nuevo. Ya en 1984, Bernardo Grinspun y Dr. Enrique García Vázquez la había impulsado a través de la Circular 340 del Banco Central que intentaba establecer la legitimidad de la deuda privada que en ese momento ascendía a 17.000 millones de dólares. Todo quedó en la nada con la llegada de otros “jóvenes brillantes”: Sourrouille y Machinea.

Hay que tener en cuenta que esa investigación era procedente, porque esa deuda privada había sido estatizada en 1982 a través de varias circulares del Banco Central, entre ellas la Comunicación A 251 del 17/11/1982 que erróneamente muchos imputan su autor intelectual es el Dr. Domingo Cavallo pero que ya no estaba en al frente del BCRA. Para información de quienes le ponen fecha “septiembre” a la Comunicación cuestionada el Presidente del Banco Central que la instrumentó fue González del Solar que asumió tras la renuncia de Cavallo, el 26 de agosto de 1982 y se mantuvo en el cargo hasta el 10 de diciembre de 1983.

En consecuencia, estos nuevos “jóvenes turcos” intentaran recrear una investigación que ya fue hecha y que a ésta altura resultan más “mantos de neblina” que posibilidad de sanción alguna a sus responsables.

Lo cierto que como señala también Bonelli: “Un informe confidencial que elaboró Hernán Lorenzino contradice el discurso oficial de que ya está resuelto el problema de la deuda externa. Hubo un alivio, pero subsisten cuentas pendientes. Se trata de un documento que envío a fines de noviembre, cuando todavía era secretario de Finanzas, a la Securities and Exchange Commission de Manhattan. Para ello se debe sumar la deuda externa impaga y aún en default totaliza la friolera de los 34.285 millones de dólares; la deuda pendiente no incluida en los canjes del 2005 y del 2010 que continúa en US$ 11.200 millones los 6.748 millones las obligaciones en default con el Club de París y agregar unos 2.737 millones de dólares por intereses punitorios. Además, el trabajo del Palacio de Hacienda computa como deuda impaga la que el Estado tiene por los juicios en el CIADI: son 34 demandas y suman 13.600 millones de dólares.

Pero a su vez, como señalamos en http://henrykgrossman.blogspot.com.ar/2012/08/un-nuevo-default-del-unicato-la.html hay que sumar un monto aún indeterminado de millones de dólares producto de los “voluntarios delay” en la transferencia de utilidades, regalías y pagos de capital al que fueron obligadas las empresas.

Todas las obligaciones pendientes descriptas ponen en duda la capacidad del Banco Central para hacer frente a éstas obligaciones que en el caso de las deudas privadas deben cursarse por el Mercado de Cambios a una cotización que si no recibe la alimentación del BCRA se deslizará rápidamente hacia la cotización del “blue” (cotización marginal).

Mientras tanto, en éstos días, y pese a las presiones, los exportadores están dando por terminadas las operaciones de exportación de granos reteniendo stocks a la espera de que, precisamente, ésta pulseada sea perdida por el Gobierno.

¿Tiene el Gobierno, a través del BCRA, y de su propia política económica posibilidad de ganarle a estos condicionamientos?. Creemos que no, si se mantiene testarudo en la negación de los problemas.

La tensión en la cuerda es máxima porque desde principios de septiembre hasta febrero del año entrante no habrá un nuevo flujo de divisas importante que pueda ser captado por el BCRA.

Esa tensión es la que refleja que ni los CDS ni el EMBI plus del Morgan respecto de la Argentina se hallan modificado pese al “down counter” de Lorenzino.

Hagan sus apuestas.

domingo, 5 de agosto de 2012

UN NUEVO DEFAULT DEL UNICATO



La pregunta clave es si el sector privado podrá girar al exterior los resultados de sus inversiones (directas o financieras). Hasta acá han operado decisiones voluntarias de no transferir esas utilidades como resultado del pedido del propio gobierno. Pero el "delay" en la transferencia no implica compromiso de reinversión ni de una espera más allá del tiempo de espera razonable (como lo fue esperar hasta el pago del BODEN 2012).

La debilidad manifiesta de las reservas parece no permitirlo y es razonable que se continúen generando medidas restrictivas para el uso de dólares por parte de los particulares (Comunicación BCRA A 5335). Así es esperable que se proceda a "pesificar" algunos de los códigos (básicamente el Código 661).

Sin embargo, éstos ajustes resultan marginales frente a un balance de pagos que ya muestra un irreversible déficit que, siguiendo la línea que viene desarrollando la Administración Cristina Fernández, será convenientemente maquillado mediante artilugios y registraciones contables de letras y pagares de dudosa cancelación por parte del Tesoro Nacional.

Así, en ésa línea no es casual que la Presidenta de la Nación se haya referido en el evento de la Bolsa de Comercio de días pasados a la "estatización de la deuda privada" haciéndolo responsable a Domingo Cavallo, lo cual constituye una mentira más de las tantas que tuvo su discurso (ver Comunicación BCRA A 0251 del 17/11/1982, es decir cuando Cavallo ya no estaba de Presidente del BCRA). Lo importante de la referencia es qaue esa solución debe rondar su "cabeza" o algún "paper" por el estilo debe estar sobre su mesa. Podríamos decir que su inconsciente o el exceso de soberbia le jugaron una mala pasada y pusieron sobre la mesa un secreto guardado.

Se trata, en los hechos, de un nuevo default, ahora sobre la deuda privada que será obligada a refinanciarse no ya voluntariamente sino de modo compulsivo

Esta es la razón por la que ni el riesgo país ni la cotización de los CDS se mantienen en altos valores sin inmutarse por la cancelación final del BODEN 2012.

Como señalamos una y otra vez, la Argentina no es un país para nada confiable y está lejos del interés del mundo desarrollado o emergente. Su condición de "país frontera" es congruente con su conducta y estilo y refleja que nadie le cree a ésta Administración que a todas luces miente y que construye, a través del relato, una epopeya mágica de la que es protagonista único.

Como siempre pasa en la Argentina, y es una de las razones de la escasa confiabilidad, en loas próximos días y a través de una Comunicación del BCRA nos enteremos que la A-251 a vuelto pero ahora para salvaguardar los desaguisados de éste Unicato que parece que en su desarrollo onírico se representa eterno.