sábado, 13 de octubre de 2012


EN TORNO AL ESTADO DE EXCEPCION “NAC & POP”

Hay un componente recurrente en el discurso del Gobierno y sus secuaces: aquel que no piensa como el "relato" oficial se convierte de modo automático en destituyentes (nueva manera de decir golpista, promotor de dictaduras).

Pienso que el objetivo de éste Gobierno es instalar la existencia de un posible golpe de estado, de como dice, Agamben, un "estado de excepción" y gobernar con poderes especiales que le garanticen no solo reformas constitucionales, sino la continuidad de un formato y estilo de gobierno que fuera sintetizado muy bien por la Diputada Conti: "Cristina Eterna" (no fue un exceso verbal como lo pensaron algunos, fue un fallido)

Por eso la consideración de que toda oposición constituye una amenaza al a la democracia y a este gobierno en particular innegablemente el mayor votado en las elecciones pasadas, funda las bases para convertirse en "plenipotenciario", es decir un gobierno con plenos poderes.

Sin ir más lejos, la primera interpretación que se hizo desde el gobierno del reclamo salarial de las fuerzas de seguridad federales fue que se intentaba dar un "golpe de estado" o al menos "amenazar la democracia" que "obligo" al "arco político parlamentario" a aprobar una declaración de apoyo a la democracia y contra los intentos golpistas. Una ridiculez empujada por los servicios de inteligencia y que preparaban la declaración de un posible "estado de sitio" o repito "un estado de excepción" en el cual el parlamento cediera poderes al ejecutivo.

Paradojalmente, y como suele suceder en la mayoría de los casos, el discurso de la "seguridad" sostenido por sectores reaccionarios que demandan mano dura, también son funcionales a esta línea de trabajo del gobierno que intenta declarar el "estado de excepción".

Para combatir la delincuencia se requiere un esquema normativo que el "insensible" parlamento no produce (precisamente el parlamento tiene hoy una enorme mayoría gubernamental y ha dado permanentes muestras de alineamiento y obediencia al ejecutivo).

En esas circunstancias, se hace necesario el "estado de excepción" que permita al ejecutivo "poner las cosas en orden" y restaurar la seguridad ciudadana.
El apelativo a la "sensación" resulta, para mi punto de vista, una provocación a esos sectores reaccionarios para que profundicen su discurso y generen mayor legitimidad al "estado de excepción".

Pienso, entonces, para responder a la pregunta de FB (jaja) que se nos está haciendo deslizar hacia el "estado de excepción", una suerte de "autogolpe" que permita la consolidación de ésta política gubernamental para el caso en que pierda las elecciones parlamentarias del 2013 y se deban descartar las aspiraciones reeleccionistas.

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