lunes, 30 de abril de 2012

CANTOS DE SIRENAS



La calidad de los dirigentes políticos que conducen el Estado se observa ante la verificación de un error o un fracaso. 

Los estadistas reflexionan y revisan sus decisiones y en caso necesario, las rectifican y pro­ducen las transformaciones necesarias e indispensables para evitar que se repitan. 

Pero cuando una Nación está inmersa en la tozudez, la arrogancia discursiva, y la soberbia; la autocrítica es desterrada, el pensamiento único busca imponerse y cada error obliga a los acólitos del poder a inventar argumentos que justifiquen "la creatividad y magnificencia" del dirigente de turno. 

Mencionábamos ayer ( ver http://www.henrykgrossman.blogspot.com.ar/2012/04/el-fin-de-la-ilusion.html ) los intentos desesperados del Ministerio de Economía y el Banco Central para "juntar" dólares. 

La fuga de dólares por la vía del "contado con liquidación" es el camino legal que pone en evidencia la determinación de salir del país de aquellos capitales que consideran que el ciclo del "modelo" ha llegado a su fin. 

Este procedimiento tiene Una demora de 72 hs, dado que es el tiempo de espera mínimo que el comprador debe respetar para deshacerse de los bonos nominados en dólares o de los CEDEAR. 

Pero la imaginación no tiene límites. 

La Comisión Nacional de Valores pretende incrementar ese lapso a 90 días. De tal modo, el que adquiere activos en dólares con el objeto de "fugar" pierde la visión del futuro dado que es muy difícil proyectar una cotización en ese lapso de tiempo. 

Paralelamente, los dólares que ingresan por la liquidación de exportaciones agrícolas, vuel­ven a salir mediante ésta operatoria, el plazo de 90 días significa "congelar" esas divisas durante todo el período de liquidación de las exportaciones ( llegarían a julio de 2012 con lo que casi empalmarían con la siguiente etapa de las exportaciones agrícolas), algo así como ocultar el futuro. 

Simultáneamente, los exportadores enfrentan dificultades crecientes para obtener la prefi­nanciación de las exportaciones. menos dólares en los Bancos implica menos prefinanciación o más caras. De ésta forma la competitividad de las exportaciones argentinas se va degra­dando lenta y progresivamente. 

Son argucias, puras ilusiones de pretender engañar el curso de una realidad que no se quiere reconocer. 

Pero el embuste no termina allí. 

El Ministerio de Trabajo ha decidido no homologar acuerdos paritarios superiores al 20%. Es así que, las comisiones negociadoras, desarrollan complicadas ingenierías en materia de remuneraciones para lograr que lo que se acuerda sea homologado. 

Como esas estructuras son un engaño, se les pide, bajo pena de no homologar el convenio alcanzado, que se declare públicamente que el incremento fue de entre el 18 y el 20%. 

Obviamente, la opacidad se transforma a la hora de hacer los costos de producción o venta de los bienes involucrados quedando al descubierto cuando las cifras de inflación ya rondan el 3% mensual. No se trata ya, como diría Diamand (QEPD), de una inflación de demanda sino de una inflación de costos que comienza describir una espiral de precios / salarios. 

Así ha de ser porque la mayoría de los convenios colectivos acordaron pautas a ser revisa­das entre julio y septiembre de éste año. 

Del otro lado de esa negociación salarial hay empresas descapitalizadas, merced a la es­tricta limitación impuesta de aplicar el ajuste por inflación en sus balances, pese a la exis­tencia de fallos de la CSJ a favor de las empresas. 

De ésta forma los incrementos de recaudación en el impuesto a las ganancias ponen en evi­dencia como el Estado Nacional se consume las amortizaciones del equipamiento productivo e impide una adecuada renovación del mismo. Obviamente a eso hay que sumarle la ausen­cia de financiamiento genuino a los proyectos de inversión. 

La obsolescencia del capital productivo tiene impacto inmediato en la competitividad de las empresas (debemos tener en cuenta que la competitividad incluye necesariamente la pérdida de productividad) y contribuye a "recalentar" aún más la puja distributiva y acelerar la espiral inflacionaria. 

Debe también registrarse que ése proceso inflacionario es la base de la mayor recaudación fiscal que exhiben con "orgullo" el Secretario de Hacienda y el titular de la AFIP. 

Surge claramente de ése análisis como los impuestos indirectos, fundamento de un sistema tributario híper regresivo, castiga a quienes menos tienen. Un mínimo ejemplo de ésto es que todos los beneficiarios de los planes sociales desarrollados para la inclusión social que se otorgan con base en la pobreza pagan el IVA y otros impuestos de los alimentos y otros bienes que consumen. 

Esta estructura no es distinta en los gobiernos provinciales y locales. El impuesto a los In­gresos Brutos como impuesto cascada se traslada hasta la última etapa: el consumidor. Las jurisdicciones locales imitan la base de cálculo: las ventas brutas. 

Se va conformando de ésta, y de otras, formas una crisis económica que el gobierno le im­putará a los países europeos y no a la tergiversación, y propia responsabilidad. 

La sociedad entera, sin exclusión alguna, será nuevamente envuelta en un discurso sofista, donde pretenderán mostrar que el "modelo" es la fuente de la "salvación" y que gracias a él podemos sentirnos tranquilos. 

Como Ulises, habrá que sellarse los oídos y atarse al mástil, para no caer en quimeras que nos hagan naufragar. 

Ligia con voz chillona, encanta y atrapa, pero que finalmente habrá de transportarte al Reino de Hades.

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