SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS

Hace algunos años, un senador catamarqueño instaló una palabra que sonó a castellano antiguo: "chachara" para expresar la abundancia de palabras inútiles, de conversaciones frívolas, meras burlas y juegos a la realidad que es tomada como una baratija.

Es así, con ése nivel de irresponsabilidad manifiesta que muchos se han largado a hacer interpretaciones del fallo de un juez con pleno respaldo de su Cámara Revisora.

Una aspecto común los une: afortunadamente nadie hizo gala de mencionar la la soberanía nacional porque todos saben que desde la época del 2º gobierno de Perón con la Standard Oil se viene recurriendo a la cesión de soberanía para obtener cualesquiera tiipo de recursos extranjeros.

La solución parece sencilla, aunque no lo es.

En primer lugar, los políticos argentinos deberán reconocer su responsabilidad sobre el endeudamiento tomado por la dictadura y que no repudiaron allá por 1983, motivo por el cual expulsaron a Grispun cuando pretendió investigar el origen ( los memoriosos recordamos los formularios 5005 del BCRA)

Convalidada la deuda por el Parlamento, que debión, insistimos, en repudiarla comenzo a rodar una bola de nieve que ya no podría pararse hasta qu el falló de un Juez le dijo basta a la Argentina.

Nos duele, nos agita, tendrá serias y duras consecuencias sobre nuestro bienestar económico, pero como le señala salvador María del carril a Carlos Pellegrini antes de éste aceptar la Presidencia: sino pagamos el empréstito seremos inscritos en el libro negro de los insolventes.. Corría 1890. Acá estamos de nuevo.

La diferencia es que Pellegrini obligó a quienes más tenían a suscribir un emprestiti patriotico (jamás se devolvió) señalandoles que es mejor aportar algo que perderlo todo. El liderazgo político del "vasco" era indiscutible.

Pero, es ovbio, la historia se repite como tragedia. 

Ahora no hay capacidad alguna de organizar nada de eso. No hay liderazgos y a cambio lo que existe es una dosis importante de agresión, violencia simbólica, maltrato, amenazas de todo tipo, y una cadena de servicios de inteligencia que descubren fantasmas por todos lados..

Como a toda mentira, finalmente le llega la verdad y hoy descubrimos que la quita anunciada no fue tal, que el porcentaje de adhesión al las restructuraciones por más altos que fueran no servian para nada porque no anulaban la vía judicial de los descontentos a quienes se denosto llamandolos buitres y otras cosas por el estilo, como si quienes los azuzaban fuesen tiernas palomas.

Llegó la hora de la verdad y como ya se lo dijera con todas las letras Churchill al pueblo inglés, esta será con "sangre, sudor y lagrimas".