viernes, 17 de agosto de 2012

UN NUEVO DEFAULT: HAGAN SUS APUESTAS

Señala hoy (17/08/12) Bonelli en Clarín que “En absoluto secreto, La Cámpora integró una comisión de economistas para determinar la responsabilidad que tuvieron varios empresarios en la estatización de la deuda externa durante 1982”.

El objetivo no es nuevo. Ya en 1984, Bernardo Grinspun y Dr. Enrique García Vázquez la había impulsado a través de la Circular 340 del Banco Central que intentaba establecer la legitimidad de la deuda privada que en ese momento ascendía a 17.000 millones de dólares. Todo quedó en la nada con la llegada de otros “jóvenes brillantes”: Sourrouille y Machinea.

Hay que tener en cuenta que esa investigación era procedente, porque esa deuda privada había sido estatizada en 1982 a través de varias circulares del Banco Central, entre ellas la Comunicación A 251 del 17/11/1982 que erróneamente muchos imputan su autor intelectual es el Dr. Domingo Cavallo pero que ya no estaba en al frente del BCRA. Para información de quienes le ponen fecha “septiembre” a la Comunicación cuestionada el Presidente del Banco Central que la instrumentó fue González del Solar que asumió tras la renuncia de Cavallo, el 26 de agosto de 1982 y se mantuvo en el cargo hasta el 10 de diciembre de 1983.

En consecuencia, estos nuevos “jóvenes turcos” intentaran recrear una investigación que ya fue hecha y que a ésta altura resultan más “mantos de neblina” que posibilidad de sanción alguna a sus responsables.

Lo cierto que como señala también Bonelli: “Un informe confidencial que elaboró Hernán Lorenzino contradice el discurso oficial de que ya está resuelto el problema de la deuda externa. Hubo un alivio, pero subsisten cuentas pendientes. Se trata de un documento que envío a fines de noviembre, cuando todavía era secretario de Finanzas, a la Securities and Exchange Commission de Manhattan. Para ello se debe sumar la deuda externa impaga y aún en default totaliza la friolera de los 34.285 millones de dólares; la deuda pendiente no incluida en los canjes del 2005 y del 2010 que continúa en US$ 11.200 millones los 6.748 millones las obligaciones en default con el Club de París y agregar unos 2.737 millones de dólares por intereses punitorios. Además, el trabajo del Palacio de Hacienda computa como deuda impaga la que el Estado tiene por los juicios en el CIADI: son 34 demandas y suman 13.600 millones de dólares.

Pero a su vez, como señalamos en http://henrykgrossman.blogspot.com.ar/2012/08/un-nuevo-default-del-unicato-la.html hay que sumar un monto aún indeterminado de millones de dólares producto de los “voluntarios delay” en la transferencia de utilidades, regalías y pagos de capital al que fueron obligadas las empresas.

Todas las obligaciones pendientes descriptas ponen en duda la capacidad del Banco Central para hacer frente a éstas obligaciones que en el caso de las deudas privadas deben cursarse por el Mercado de Cambios a una cotización que si no recibe la alimentación del BCRA se deslizará rápidamente hacia la cotización del “blue” (cotización marginal).

Mientras tanto, en éstos días, y pese a las presiones, los exportadores están dando por terminadas las operaciones de exportación de granos reteniendo stocks a la espera de que, precisamente, ésta pulseada sea perdida por el Gobierno.

¿Tiene el Gobierno, a través del BCRA, y de su propia política económica posibilidad de ganarle a estos condicionamientos?. Creemos que no, si se mantiene testarudo en la negación de los problemas.

La tensión en la cuerda es máxima porque desde principios de septiembre hasta febrero del año entrante no habrá un nuevo flujo de divisas importante que pueda ser captado por el BCRA.

Esa tensión es la que refleja que ni los CDS ni el EMBI plus del Morgan respecto de la Argentina se hallan modificado pese al “down counter” de Lorenzino.

Hagan sus apuestas.

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