sábado, 7 de julio de 2012


CEPEDA, PAVÓN Y DESPUÉS....



Tal como señalamos en "TRABAS,CONTROLES, QUITAS DE SUBSIDIOS, ¿PARA QUE?" ( http://www.henrykgrossman.blogspot.com.ar/2012/02/trabascontroles-quitas-de-subsi­dios.html )   "Como no puede ser de otra manera, una cuota importante de la “acumulación originaria” está destinada a controlar éste territorio mediante todo tipo de transferencias, formales o informales. Sin embargo los objetivos políticos del “cristinismo puro” deberán operar sobre una “casta de dirigentes” que toman todo lo que pueden, sin mirar el origen, y cuya “fidelización” no sólo se obtiene en base a cuestiones coyunturales (una elección) sino que atienden la sustentabilidad de sus “negocios”, lo que será difícil de garantizar por parte del “cristinismo puro”.

"Cuando hacemos referencia al “cristinismo puro” nos referimos al subconjuto de personajes y militantes que se han diferenciado del “kirchnerismo”. "Es decir, que han dejado de lado a viejos y fieles militantes, tales como De Vido, Scioli, etc, y han volcado su favor hacia los que consideran devotos de la Presidenta."

La "batalla de los aguinaldos" parece reditar viejas batallas políticas (porque las militares tuvieron otra suerte) en las cuales el federalismo fue arrasado por el centralismo porteño, dueño de la Aduana y de los recursos tributarios y respaldado por un modelo agroexporta­dor que lejos de contribuir a dar sustentabilidad al conjunto de las Provincias las acorrala sometiendolas a una nueva edición del yanaconazgo político.

Las elecciones del 2013, de importancia estratégica para el "cristinismo" ya no dan tiempo para más maniobras dilatorias y el fracaso de Mariotto (vicegobernador) en el asedio polí­tico a Scioli ha puesto en evidencia que se requieren decisiones más enérgicas.
Obviamente recurren al viejo método de coptar a los "barones del conurbano" y es uno de ellos (Diaz Perez, intendente de Lanús y cercano a Mariotto) quién con sus dec laraciones desenmascara lo que ya era una "batalla con sordina".

El peronismo de ocasión, financiado por el modelo agroexportador, le ha permitido a un sector de la "clase política" entronizarse y adquirir modales de una "monarquía" que como ya lo ha descripto genialmente Shakespeare siempre dimana traición y nunca gloria.

Algunos desterrados de la "Corte" (De Vido) son nuevamente convocados para "negociar" un pacto de lealtad absoluta que mine el poder del Gobernador de Buenos Aires con algunos Intendentes de la poderosa 3ª Sección Electoral (Fernando Espinoza (La Matanza); Alejandro Granados (Ezeiza); Martín Insaurralde (Lomas de Zamora); Gustavo Sobrero (Lobos); Daniel Di Sabatino (San Vicente) y Diaz Perez (Lanús).

A cambio, éstos "súbditos" se llevan promesas y el compromiso de una "pax romana" para sus distritos que es sólo discursiva. Llegado el momento, el negociador será nuevamente enviado a su destierro y caerán sobre ellos en tanto, aunque oculto, poseen el estigma de pertenecer al "duhaldisno" que recorre el el cielo bonaerense como un fantasma amena­zante.

Esos Intendentes reclaman, entre otras cosas, se sostenga un "orden comunal" que les permite a ellos mantener un es esquema de autofinanciamiento basado en el juego, la prostitución, el tráfico de drogas, secuestros planificados, entre otras prácticas, para lo cual diseñan "políticas de seguridad" que deben ser respaldadas por las "fuerzas de seguridad federales" como modo de derrotar a la "Bonaerense" que disputa el territorio y lleva recur­sos hacia sus contrincantes políticos.

Esa "pax romana" ya no es posible.

El "reino" mismo se halla acosado por una situación económica que, de no mediar drásticas decisiones, entrará, sin remedio, en el torbellino de un conjunto de demandas sociales que prometió garantizar pero que no podrá sostener. 

La situación económica ya no vale ser analizada en tanto es obvio que el nudo gordiano es la política.

Como suele suceder en la historia, un acontecimiento trivial , pone en evidencia la trama y desata, muchas veces, el verdadero drama.

¿Será ésta la oportunidad? 

Tal vez no, pero todo parece indicar que el "federalismo" vuelve a ponerse en juego, aunque los "jefes provinciales" no sean más que delegados del unitarismo.

Cepeda y Pavón serán virtuales, multimedia, (como corresponde a las guerras modernas) pero mi sensación (o mi deseo) es que el resultado sea distinto.

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