miércoles, 7 de marzo de 2012

MONEDA NACIONAL: DEJA VU





Los países que emiten dinero que no logra alcanzar la función "reserva de valor", poseen una moneda débil y que requiere la referencia a otra moneda que si goce de las funciones completas.


El peso argentino es uno de ésos casos. La modificación de la Ley de Convertibilidad que "quita el ancla" del dólar como referencia es una acción desesperada por captar para el "Fondo de Desendeudamiento" todas las reservas que daban sustentabilidad a la moneda nacional.

Paralelamente la reforma del artículo 45 de la CO del Banco central habrá de impedir conocer de modo cierto el nivel de emisión de dinero dado que dicho nivel será fijado de modo arbitrario por un Directorio del Banco que ya ha dado pruebas suficientes de sumisión al Poder Ejecutivo.

Así, el peso argentino, liberado definitivamente de su carácter de reserva de valor será el fiel reflejo de la insolvencia con la que nos tiene caracterizado el mundo desarrollado y los emergentes como Brasil( Argentina no es un país emergente, es un "país frontera".

Por Junio de 2010, y en relación a una entrevista a Michele Aglietta publicada en Clarín (http://otrosmovil.clarin.com/economia/moneda-bien-publico_0_275372651.html )nos formulábamos los siguientes interrogantes:

  • Es el PESO considerado en la Argentina “un bien público, generador de lazos sociales y políticos”?
  • La salida de la “regla de la convertibilidad peso/dólar” dio paso a un caos social (determinado entre cuestiones por el caos monetario generado por la aparición y circulación de las cuasi monedas) que, como señala Charles Goodhart de la London School of Economics, debió abrir paso a la “reconstrucción de una nueva moneda legítima.”¿se logró? ó ¿la necesidad de reconstruir el orden social dejo esta reconstrucción aún hoy pendiente?
  • ¿Es hoy el PESO parte de una relación social equilibrada entre los diferentes actores que componen el Estado Nacional o el abandono cada vez más evidente del federalismo (en sus expresiones políticas y fiscales) dan como resultado la existencia de “espacios sub óptimos” para que la moneda sea reconocida como expresión de las relaciones sociales que debe representar y de allí la pulsión permanente por la re emisión de nuevas cuasi monedas o monedas locales que en forma aparente resuelven la cuestión de los sub consumos y cuya legitimidad surge de su contribución a resolver los sub óptimos o asimetrías en las relaciones sociales?
  • La aparición al interior de la Argentina de zonas especializadas (por ejemplo, aquellas directamente ligadas al mercado mundial, diferenciadas de aquellas con escaso o nulo acceso) y de cada vez más profundas desigualdades regionales son indicadores de una crisis económica que termina de reconocerse, ¿no será acaso el momento de comprender que el abandono del federalismo está profundizando los estragos de esa crisis económica y la necesidad de reconstruir un Estado Nacional Federal para lo cual se hace tan necesaria una nueva Ley de Coparticipación Federal como el diseño de una estrategia de desarrollo industrial y productivo que implique un mapa de necesarias promociones industriales y productivas más eficientes y sustentables?
  • O tal vez Aldo Abram (La nación Economía – 06/06/2010) tenga razón de que nuestra baja calidad institucional –puesta en evidencia por el desapego a las normas y la Constitución que manifestamos (o manifiestan los sectores dirigentes políticos en general)- hace que la capacidad de innovación –en especial en materia de diseño y construcción del Estado como expresión de la organización social- sea inexistente y que nuestra historia sea la del Asno de Buridán (Jean de Buridán 1300-1358).

De modo desafortunado, el Poder Ejecutivo, con la mirada permisiva y acrítica del Parlamento -sobre cuya responsabilidad en el dislate dará cuenta la historia - desestructuran el sistema monetario y ponen en duda uno de los elementos estratégicos de la credibilidad de una Nación: su moneda

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